Las Campas del Naranco
Los vecinos de Las Campas estudian movilizarse ante los retrasos del vial con La Florida
No creen ya ni al concejal de Urbanismo, ni a la Confederación Hidrográfica del Norte, ni a la Procuradora General ni a los promotores. La Asociación de Vecinos de Las Campas tiene previsto debatir en la próxima asamblea tomar medidas de presión para que el vial entre su barrio y La Florida sea algo más que unas rayas sobre el papel.
Colocar lazos reivindicativos en ventanas y balcones e iniciar movilizaciones son algunas de las medidas que baraja la directiva de la asociación. Y es que «pese a las promesas de unos y otros, lo cierto es que seguimos igual», señala su presidente, Adolfo Figares.
Entre Las Campas y La Florida, separados por menos de 500 metros de prados, sólo cabe un rodeo en coche por Fuente de la Plata y Vallobín. Los terrenos que separan ambos barrios forman parte del plan urbanístico Las Campas-Paniceres. Aunque los promotores han logrado la aprobación del convenio urbanístico (con el que han ganado casi 800 viviendas más de las previstas en el PGOU), los choques con la CHN y, suponen los vecinos, su falta de interés por iniciar las obras en un periodo de recesión del mercado han frenado la conexión de los dos barrios.
El anterior concejal de Urbanismo, José Agustín Cuervas-Mons, segregó el vial central del resto de la operación para agilizar la obra. No tuvo éxito. El actual culpa a los requisitos de la CHN para proteger dos arroyos de la zona de los retrasos. El organismo de cuenca dice que ya ha contestado al Ayuntamiento y que ahora le toca a la Administración local mover ficha. La Procuradoría General, ante quien los vecinos llevaron sus cuitas, «no ha hecho nada aparentemente», dice Figares.
Así las cosas, «los vecinos recelan de todos. No nos fiamos, no sabemos a quién creer». Estudian incluso iniciar acciones legales, ya que entienden que el Ayuntamiento, si los promotores no muestran interés, puede ejecutar de forma subsidiaria el vial y luego cargarles su coste. Exigir judicialmente la construcción de la calle central es la última opción; antes, los vecinos estudiarán movilizaciones.
De momento, ya han solicitado una reunión al concejal de Urbanismo con los promotores: «Queremos que le pongan fecha a la calle», concluye Figares.
Colocar lazos reivindicativos en ventanas y balcones e iniciar movilizaciones son algunas de las medidas que baraja la directiva de la asociación. Y es que «pese a las promesas de unos y otros, lo cierto es que seguimos igual», señala su presidente, Adolfo Figares.
Entre Las Campas y La Florida, separados por menos de 500 metros de prados, sólo cabe un rodeo en coche por Fuente de la Plata y Vallobín. Los terrenos que separan ambos barrios forman parte del plan urbanístico Las Campas-Paniceres. Aunque los promotores han logrado la aprobación del convenio urbanístico (con el que han ganado casi 800 viviendas más de las previstas en el PGOU), los choques con la CHN y, suponen los vecinos, su falta de interés por iniciar las obras en un periodo de recesión del mercado han frenado la conexión de los dos barrios.
El anterior concejal de Urbanismo, José Agustín Cuervas-Mons, segregó el vial central del resto de la operación para agilizar la obra. No tuvo éxito. El actual culpa a los requisitos de la CHN para proteger dos arroyos de la zona de los retrasos. El organismo de cuenca dice que ya ha contestado al Ayuntamiento y que ahora le toca a la Administración local mover ficha. La Procuradoría General, ante quien los vecinos llevaron sus cuitas, «no ha hecho nada aparentemente», dice Figares.
Así las cosas, «los vecinos recelan de todos. No nos fiamos, no sabemos a quién creer». Estudian incluso iniciar acciones legales, ya que entienden que el Ayuntamiento, si los promotores no muestran interés, puede ejecutar de forma subsidiaria el vial y luego cargarles su coste. Exigir judicialmente la construcción de la calle central es la última opción; antes, los vecinos estudiarán movilizaciones.
De momento, ya han solicitado una reunión al concejal de Urbanismo con los promotores: «Queremos que le pongan fecha a la calle», concluye Figares.
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